La Barra del Campero de Barbate.

El atún, todos sabemos que cada vez está más de moda, y no va a ser una moda pasajera, por que las propiedades de este bicho, son insuperables. Se dice que es la ternera del mar, y yo añadiría, pero mucho mejor porque es más sano con su colesterol “bueno” y todos sus avíos..Y  además tiene una potencia gustativa que no tiene nada que envidiarle a la mejor ternera. Todo esto, estamos hablando del atún rojo de almadraba no de una lata de atún claro calvo, que ha sido el problema
durante muchos años, que paradójicamente, aquí, no se ha comido atún de verdad hasta hace relativamente poco, o se los llevaban todo los japos o no estaba suficientemente publicitado.. El caso es que la gente pedía atún en cualquier bar y aquello estaba más duro que la pata Pedro y además te caía al estomago nada más que regular. En fin, que para comer atún de verdad hay que aflojar los cuartos, igual que para comer langostinos de verdad, gambas de verdad, jamón de verdad… si no, puedes quedarte en tu ignorancia, pensando que el  filete de atún congelado Pescanova o los langostinos del mercadona son de verdad y la verdad es que no lo son…

                Pues eso, te armas de cartera y te encajas en el campero que es un templo del atún no solo de la provincia sino de parte del extranjero. El sitio está bien montado en una barriada normalita, con mesas afuera, su barra adentro más el comedor interior. Sus camareros profesionales, acostumbrados a lidiar con clientela dispar pero sabiendo que aquí el Ganado que entra con sus mas y sus menos, tiene su potencia, con todo lo que eso conlleva de trato y de mano izquierda para llevar el tema a buen Puerto.

                A mí, cada vez me gustan más las barras porque te permiten degustar más variedad de platos en un ambiente más distendido y con el camarero a un metro tuyo para pedirle una cerveza urgente o un sácame algo bueno. Lo suyo son unas cuatro o cinco personas para dar más juego a la hora de pedir.

                Este que les escribe se fue lo primero de todo para el mostrador del pescado para ver el bicharraquerio y el material del sitio y ya me quede con la cara de unas bandejas de todo tipo de partes de atún metidas en aceite..

                Una vez sentados le pregunto al camarero de que van las conservas y me comenta que las hacen ellos caseras. Po ponlas, y nos sirvió un variado de almadraba con todo tipo de atún en conserva como mojama ventresca etc. que estaban para mojar pan, cosa que por supuesto hice con gran agrado. Y de guiso tienes algo? – pues tengo restos de atún en tomate, que esta bueno pero en fin a estos niveles, el tomate lo que hace es matar el sabor del material y esto no es un burguer King.

                Después vinieron unas brochetas de atún en tempura, muy finas y exquisitas que recordaban mucho a comida japonesa pero mejor. Seguidamente nos pusieron unas tortillitas de verduras y gambas, ummmmm buenasss, cocina fina si señor, olvídate de las tortillas de camarones aceitosas tiradas en la mesa de cualquier manera.

                Y  claro, estamos en el campero, aquí hay que probar el material en su más puro estado. Le decimos a manolo (nuestro camarero) que nos aconseja ventresca o morrillo a la plancha, es cuestión de gustos, la ventresca es más grasa y el morrillo no es tan graso pero es igual de jugoso.

                Vale ponte una de morrillo y claro, cocinado en su punto, excelente!! Efectivamente, el material es de primera. Y un último antojito, pedimos un tartar de atún que te lo ponen con unos panecillos para untar, estaban macerados con una especie de salsa de mostaza. Estaba bueno, pero lo he probado mejor sin tanto sabor a mostaza.

                Muy bueno todo, ponte unos chupitos de hiervas anda, vamos a ver si echamos esto para abajo.

                El tiento a la barra resulta satisfactorio y nos quedamos con ganas de probar más cosas (volveré como terminador), pero el sitio es de obligado cumplimiento sobre todo si estas con antojito de atún en todas sus variedades. La fama que tiene el sitio, es bien merecida.

                No me voy de Barbate sin un copazo para rematar la faena y manolo nos aconseja un pub en el paseo marítimo llamado Bakara. Allí nos atiende Eva que nos comenta que los del campero van mucho por allí “aaa vale” y hablando con ella le pido una Rives Negra o especial, esta que está ganando premios importantes ultimamente y le está echando huevos a las Gin inglesas. Pues que me dice que la Rives negra hace unos mojitos de escándalo y yo, claro, digo sí. Efectivamente, estaba el mojito superior, y, es que cuando al puchero se le echan garbanzos de “La Giralda” o al mojito Rives negra, la cosa no hace más que mejorar. Para los que no lo sepan, La Giralda es una tienda ultramarina a la vieja usanza con trastienda incluida por si queremos “tentar” el producto con algún vino de la tierra. Y esta en El Puerto de Santa María de toda la vida vamos, y ah, claro, con un material del bueno a la venta.

                Después de hacer la digestión con el mojito y las vistas a la playa de Barbate, damos la faena por concluida, sacando pañuelos nosotros mismos y dándonos oreja y rabo (de toro a taquitos en tempura con patatas paja, ummm).

Vista exterior de local

Vistazo al material, hay que ver si van en serio...

Variado de almadrava, no se escapo ni el aceite.

Hasta el gallo reobozado de la benjamina estaba fresco fresco.

Las brochetas de atun, recomendables.

Los tomates con restos atuneros..una y no mas.

Tortillitas de camarones sin camarones. Con verduras y gambas.

El morrillo, Silencio en señal de respeto.

El tartar, muy bien presentado.

Los digestivos...

Eva del Bakara preparandonos el mojito de Rives negra.

El material del mojito super mega pijo.

Otra ardua jornada de este su humilde cronista degustando como siempre degustando..