lunes, 7 de noviembre de 2011

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Si hay que ponerlo se pone. Quien dice que nunca se alcanza la excelencia es que no estuvo el sábado frente al plato de arroz, cuatro en mi caso, que se sirvió en la hermosa morada de D. Jose María y Dña. Leonor, por ende ilustre miembro de esta Sociedad Gastronómica y su no menos ilustre señora.

La lucha por conseguir semejante plato no ha sido baladí, primero la batalla con D. Guillermo para que se decidiera a ponerse manos a la obra, durante este tiempo (el último año y medio) hemos vivido "sacadas" de pecho, apretones de manos, marchas adelante y atrás, puñetazos en la mesa al grito de "del próximo sábado no pasa", fluctuaciones y cambios recetiles, buscando la perfección, que no por miedo escénico.

Después el combate contra Mariano Medina, el cocinero, después de año y miedo (si, lo he escrito bien, por si alguien no pilló el sarcasmo), decide hacerlo con marejada a fuerte marejada en el mar de Alborán. No hay días en el año, no hay verano, no hay tibios y soleados días primaverales para hacerlo. No. Alerta Roja en la provincia...riiiing, riiiing, ¿quien es? Soy Guillermo, que me he decidido a hacerlo...¡MAÑANA!...menos mal que nunca aciertan.

El último asalto se libró en Macro, obviando mein kampf con la olla para conseguir que entrara en el coche, que si, es un +2 , pero niños, que se meten en cualquier lado, no ollas industriales...bueno, que me desvío como siempre, el mencionado asalto se produjo en el susodicho supermercado mayorista En poco menos de una hora, el arroz con carabineros pasó a ser con bogavante, de ahí a albóndigas con tomate, retorno a los carabineros y vuelta a empezar. Finalmente, salimos de allí con 2 kilos de colorados crustáceos decápodos (excepto uno, recién amputado a causa de una disputa territorial por una parcela de talud continental), un cubo de pimiento choricero, pardekilosdearró y las verduras necesarias, 2 magnum de buen tinto y algún quesito y paté para entretener a los comensales mientras se terminan de hacer las maravillosas semillas de Oryza Sátiva que también habíamos comprado.

La receta es fácil de explicar a grandes rasgos. Cójanse los carabineros y émulese a Enrique VIII, las cabezas se refríen con un chorrito de aceite de oliva y otro chorrito de brandy (en la cazuela, que no en el gaznate) y deposítese todo en el vaso de la batidora, introdúzcase la herramienta ad hoc y púlsese el botón...lo se, así no termino de contarlo. Bueno, una vez batidas las cabezas enteras, se cuela el pastoso y rojo líquido para evitar encontrar trozos de cáscara y el resultante se reserva tras agregarle la carne de cuatro hermosos pimientos choriceros. Sofrito clásico de pimiento, cebolla, ajo y tomate. Fumet de pescado, aportado por esté que teclea, todo sea dicho, con extra del resto de la parte no comestible del carabinero, colas y cascarrias varias y un añadido de langostinos de estos de batalleo para conseguir algún litro más del preciado caldo. Lo cogemos todo...y al jardín.



Dado que, como es habitual, la predicción meteorológica había sido nefasta y el sol resplandecía en lontananza, D. Jose María colocó un serpentín de butano sobre el césped, sobre el serpentín la madre de todas las ollas y dentro de ésta comenzó la función. Aceite y refrito previamente pasado por la "turmix", unos instantes y el arroz, una par de minutos y el caldo...bronca..."Quillooooo, échale antes la crema de carabinero ese que has preparadoooo" No, fue la única y contundente respuesta. "Ahora" fue la orden cinco minutos después. Sal. Cata. Sal. Reposo y los cuerpos pelados de los protagonistas de la historia.

Victoria total, escandalosa. Punto de arroz, sabor, melosidad o melosura, aghhhh. Boca agua de recordar. Vaya tela.


El resto: 10 pero para nosotros queda, incluyendo la tarta que Luisa, en arrebato pastelerorreposteroartesano preparó en un abrir y cerrar de ojos para celebrar la onomástica del cocinero.

Feliz cumpleaños Guillermo

3 comentarios:

  1. Que trabajito costo que el "Maestro" Guillermo de los Jereles se arrancara. Pero una vez todo a su gusto y con la Virgen de los Desamparados velando la faena, salto al ruedo Perolil y corto oreja y rabo. Ole Maestro! Olee! que temple, que administracion de los tempos de coccion!! En fin, un despliege. Que se repita, que se repita...

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  2. verdaderamente es un "Maestro arrocero":al día siguiente inmediato hizo en mi casa un arró con bogavante y carabineros para catorces Yáñez y asociados que estaba para chuparse los dedos, regado con Pesquera reserva, y demás acompañamientos. que se repita, que se repita. salud.javi

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  3. Que se repita, que se repita....

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