LAMBORGHINI v R11

¡Hoy te toca!...es la frase con la que suelen empezar estas cosas, a veces alguien cambia el "te" por el "me" lo que facilita las cosas y abre grandes expectativas - ha preparado algo bueno - piensas...el sábado tocaba paella. En fin, así dicho no parece que vaya uno a llevarse una gran sopresa. Error, craso error. Mi experiencia con los arroces allá por donde sale el sol en nuestra bienamada geografía ha sido bastante regular, se me antoja como quien se compra un Lamborghini y le sale malo ¡¿POR QUE A MI?! Bueno, pues yo en lugar de un Lambo, compro todos los Renault 11 del Levante españó, toooooodos me han t
ocado entre regular y mal, siempre me han hecho evocar el recuerdo del restaurante Las Viñas en algún punto de la carretera de Andalucía, sí carretera, que corría el año 33, bajando o subiendo a/de Conil cuando soportando un calor de más de 500º sin AA ni CC que valga, paramos y nos ponen un arroz con granos tipo Gamo Diábolo 4,5 mm y luego un plátano que para mi queda...bueno no se si quedó en mí o en la alfombrilla del Citroën GS (¡R11 no por favor!)...

...perdón, he sido invadido por el síndrome de los Cerros de Úbeda, el caso es que en los últimos tiempos he tenido la suerte en un caso y en otro por un nohaymalqueporbiennovenga, de comer un par de arroces, uno relacionado con y otro directamente en Alicante, que me han hecho pensar que mi suerte con los "coches" está cambiando.

El primero en Cá Ferrer, sí, sí, donde las pelotas, donde D. Abelardo, ilustre miembro fundador de esta, nunca suficientemente bien ponderada, Sociedad Gastronómica, que gracias a su ascendencia alicantina hace un arroz en paella realmente extraordinario. El afirma que es la paella ordinaria de la zona, y no porque sea una verdulera, si no porque es de común comer en día no festivos, cuando el arroz se viste de gala. Se trata, al menos para los que habitamos la zona donde el levante se asocia al dolor de cabeza y a gentes de mal humor de una atípica típica paella, sin caldo alguno pero el arroz suelto y al dente, verduras siempre frescas y variadas, alcauciles, chícharos, judías verdes...lo típico, pollo, bla bla bla....y patatas fritas (¿matutano y una cerveza mientras que se hace?...que no, cateto) sí, patatas cortadas en ruedas, fritas, más bien pochadas y colocadas sabiamente entre tiras de pimientos fritos, nada del morrón shiringuitero, fritos rojos y verdes y de primera, cultivados en arena de la playa. Y no se que más explicar, sofríe el ajo, en el aceitito muy calentiiiiito le echa el arroz y espera a que coja un pelín de color, el caldo, lo explicado....seguro que hace como alguien que me conozco, cuando no miro le echa el puñadito del notelocuento mágico que le da el punto y final. El Bierzo y la Ribera nos acompañaron en la feliz degustación. Un lujo de arroz. Gran invitación.

La segunda ocasión se debió a esas circunstancias de la vida que hacen que un día triangule la familia alrededor de un punto y terminas sentado con tus padres, a hacer puñetas de distancia de la casa de cada uno, en pleno Alicante, en el Nou Delfín (nuevo, se dice nuevo) para ser más exacto, con una muy necesaria cervecita y aguardando un arroz que, con las experiencias anteriores, esperaba sin mucho entusiasmo aunque magníficamente acompañado por mis progenitores. Aquello no podía llegar a buen término después de que la camarera escuchara en nuestra mesa que yo nunca había comido un buen arroz ni en Valencia ni en Alicante, entre la afirmación y la comparación, la certeza única era que me preparaban la gramínea con cicuta, en lugar de con el magro y las verduras prometidas. Pues, Sorpresa II, El Regreso, ya en vídeo y DVD. Se terminaron los R11 y el Lamborghini se puso en marcha, en este caso el Reventon, sin acento en la "o", el acento lo tenía yo cuando terminé....¡sin cicuta! Había roto una mala racha....¡que duraba toda la vida!....¡y me invitaron también!

Guillermo, esperamos y desesperamos por el tuyo con bogavante ¿o es que tus labios extienden cheques que tu arte culinario no puede pagar?...ah! y acuérdate de que, ya por tradición, a los arroces se me invita....